Luciano Pozo González, conocido como Chano Pozo, fue uno de los más emblemáticos y genuinos percusionistas cubanos de todos los tiempos, y nació en La Habana el siete de enero de 1915, es decir que hoy cumpliría 95 años de una fecunda vida artística.
Fue un revolucionario entre los tamboreros de jazz, según lo describió el periodista e investigador Ciro Bianchi, y los más ilustres músicos del género se estremecían ante el inesperado renovador. Según afirma Bianchi, por el tambor de Chano hablaban sus ancestros y hablaba, también, toda su isla con su fuerza telúrica cargada de cubana, la misma que Chano le inyectó al jazz norteamericano.
Desde pequeño vivió la discriminación racial existente en Cuba. Limpió zapatos y vendió periódicos mientras aprendía a sacar música haciendo repicar los cueros del tambor y llevó su música a muchos lugares y hasta bailó en la conocida comparsa habanera de "Los Dandy".
Chano encontró una vía al profesionalismo impulsado por Rita Montaner, conocida como La Única, quien le consiguió un lugar en el conjunto de la emisora radial RHC Cadena Azul y más tarde Miguelito Valdés lo convenció de viajar a Estados Unidos, donde hizo gala de su ritmo contagioso.
En esa emisora de radio trabajó junto a figuras de la talla de Charlie Parker y Dizzy Gillespie, más adelante popularizaría con este último el conocido tema de "Manteca".
Pertenecía a la Sociedad Secreta Abakuá, lo que explica el dominio perfecto que tuvo de los tambores propios del rito. Tenía costumbre de tocar ritmos sagrados en sus congas, así como de cantar temas abakuás y yorubás.
En 1942 marcha a Estados Unidos, para unirse en Chicago al conjunto de los "Jack Cole Dancers". "Manteca" se dio a conocer en el mundo del jazz en 1947, durante la presentación de una bigband a nombre de Pozo y Gillespie. En aquel concierto intervinieron el pianista John Lewis y el batería Kenny Clarke. El estilo de Chano llevó gradualmente a Gillespie a correr cada vez más riesgos musicales, lo cual desembocó en una fusión perfecta: la de un genio de la armonía del Jazz con un genio de los ritmos afrocubanos.
Chano encontró una vía al profesionalismo impulsado por Rita Montaner, conocida como La Única, quien le consiguió un lugar en el conjunto de la emisora radial RHC Cadena Azul y más tarde Miguelito Valdés lo convenció de viajar a Estados Unidos, donde hizo gala de su ritmo contagioso.
En esa emisora de radio trabajó junto a figuras de la talla de Charlie Parker y Dizzy Gillespie, más adelante popularizaría con este último el conocido tema de "Manteca".
Pertenecía a la Sociedad Secreta Abakuá, lo que explica el dominio perfecto que tuvo de los tambores propios del rito. Tenía costumbre de tocar ritmos sagrados en sus congas, así como de cantar temas abakuás y yorubás.
En 1942 marcha a Estados Unidos, para unirse en Chicago al conjunto de los "Jack Cole Dancers". "Manteca" se dio a conocer en el mundo del jazz en 1947, durante la presentación de una bigband a nombre de Pozo y Gillespie. En aquel concierto intervinieron el pianista John Lewis y el batería Kenny Clarke. El estilo de Chano llevó gradualmente a Gillespie a correr cada vez más riesgos musicales, lo cual desembocó en una fusión perfecta: la de un genio de la armonía del Jazz con un genio de los ritmos afrocubanos.
En el mismo año de su llegada a New York, Chano Pozo, abrió un club latino en el Palladium que se llamó como una canción suya, "Blen Blem", tema que ha sido usado en varios textos literarios y musicales de Guillermo Cabrera Infante. Fue la opinión y la influencia de Mario Bauzá, la que inclinó a Dizzy Gillespie a contratar a Chano Pozo, con lo que se logró uno de los momentos estelares en la historia del jazz latino, continuando en EE.UU. su carrera de compositor, tamborero, cantante y bailarín de rumba.
El 3 de diciembre de 1948, marcha Chano para actuar junto a Mario Bauzá y Miguelito Valdés en el Bar Río de la calle Lennox, en el Harlem neoyorkino, sin sospechar que Eusebio Muñoz lo esperaba para asesinarlo a balazos por una querella personal.
El famoso músico cubano, Beny Moré, lamentó su muerte en la canción "Rumberos de ayer": "Oh, oh Chano, murió Chano Pozo / sin Chano yo no quiero bailar."
El sabio cubano don Fernando Ortiz, invitó a recordar su nombre, para que no se pierda como el de tantos artistas anónimos que durante siglos han mantenido el arte musical de su genuina cubanía.
Fernando Ortíz | Benny Moré |
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